Evitame Porfavor en el Viaje.

Donde lo predecible puede fallar y yo, espantada, escapar no puedo.

9.10.2010

Voca me cum...


Despierto contenta, sé que este día será diferente. Me baño, visto, desayuno y salgo con la profesoressa; primero quiere ir a Macy's a la barata, la acompaño nomás para ver cosas lindas de cocina. Macy's es una tienda muy doñil, en donde poca ropa encuentro de mi gusto. Subo a ver las cosas lindas de cocina, tal vez haya una cafetera francesa más o menos a precio para mí: no la hay. Mientras miro cosas brillantes y coloridas, tres vendedores me ofrecen su ayuda; les digo que no gracias, que sólo estoy viendo. Una de ellas me dice que le gusta mi combo de camisa-suéter, que se ve muy bien. Le doy las gracias. (Segundo cumplido por mi aspecto en esta ciudad)


Vamos a la Uni. Tomo clase de alemán. Salgo algo nerviosa por lo que tengo por hacer: Dar la vuelta por el centro yo solita. Pero primero debo buscar el centro de fotocopiado para fotocopias sacar. Voy feliz, pues hay sol; voy arrepentida, pues la cámara olvidé. (ups)
Main St. colina abajo. Fraternidades, casas, negocios, semáforos; el centro de fotocopiado no aparece. Veo un edificio donde dice "FedEx Office", le pregunto a alguien dónde puedo sacar fotocopias, allí mismo.
Me hago bolas con la máquina, con la tarjeta, con el crédito, pero finalmente las fotocopias tengo.
Libre al fin, camino por Main St. nuevamente hasta Church St. y la recorro una, dos, tres, cuatro veces. Quiero ver bien qué negocios hay, qué comidas, qué vendimias. Desde Body Shop, tiendas de ropa, restaurantes italianos, japoneses, pizza, hamburguesa, hasta helado. ¡Helado! Finalmente me compro un helado de a $3.50, sí es caro pero tiene dos grandes y derretibles bolas. Ahora sé porqué en las pelis gringas al chamaco siempre se le cae una bola de helado. Grandes y no tan congeladas como las de la Michoacana. Sufro por eso; tengo que comerlo a mayor velocidad o llenarme la mano de líquido dulce: como a mayor velocidad y me lleno la mano de helado, mas lo logro. Seguramente a los greengrows adultos no es pasa eso ¿por qué? se preguntará mi reducido auditorio-lector, porque estos gabachos comen rápido, devoran. No veo que degusten su comida.
Camino más y más, encuentro un sitio donde venden discos de vinilo y ropa "vintage", no entro, pero veo en la puerta que LCD Soundsystem tocará muy pronto en esta ciudad... Camino más y finalmente me decido a entrar a Borders, librería tipo Gandhi. Mi gato fuera contento allí, pues hay café, libros, chucherías, libros. Busco su Tolkien Tolkien, pero no está, mejor encuentro Tolstoi; no, no voy a comprar a Tolstoi en inglés. Recuerdo que planee comprar algún libro en inglés para leer. Tomo H. P. Lovecraft, At the mountains of madness y Lewis Carrol, Alice's Advertures in Wonderland & Through the Looking-Glass. Subo a ver los discos de música, ¿cómo es que acá también son nacos? En sección de música clásica y ópera, Il divo, Andrea Bocelli. ¡Arsch! Hago lo de siempre; volteo los discos o los escondo tras productos más decorosos, como por ejemplo el disco de Cecilia Bartolli. Bajo, no hubo lo que podría haber querido comprar.
Pago. El chico cajero-vendedor me ofrece una tarjeta de descuento, no tengo que pagar por ella y sólo tengo que dar mi e-mail. Se lo deletreo y, como cuando deletreo también lo hago con lenguaje de señas, es más fácil, sobretodo si estás deletreando en otro idioma, el chico me entiende, a pesar de mis confusiones idiomáticas. Me pregunta si soy sorda, que por qué lo deletreo con señas, me dice que sus padres son sordos y él sabe hablar con señas. (Lindo el chico) Le digo que deletreo así porque es más fácil para mí hacerlo así.
Salgo contenta.
Voy ahora hacia la laguna, ahora sé que se llama Lake Champlain, voy colina abajo, hasta el acuario, para el cual ya no tengo dinero, voy colina arriba, hacia la North Ave, para tomar mi autobús.
La laguna hoy es hermosa, no hay evaporación alguna que provoque bochorno y el sol se refleja, dándole tintes dorados. Me arrepiento ahora más de haber olvidado mi cámara. Hay unas flores sembradas; una placa dice que son flores de América, entre ellas hay Cempasúchil; lo saludo. Me acerco al agua con la intención de olerla, nada. Después, al esperar el autobús, tomo una hoja caída, aún verde y la acerco a mi nariz: nada. Oh, no hay muchos olores aquí.
El autobús me recoge; llego a casa; camino al perro; hago un guisado con carnita y papas muy sabroso; veo tele; estoy aquí.
Este día es feliz.

1 comentario:

Von Lecter dijo...

Al chico de la cafetería Emir, no le agradará leer esto m... ahora resulta que no sólo meseros ¡eh!

¡¡UH!! Lewis en inglés, esto me recuerda contarte: El hermano de mi jefa (José Kuri), murió a principio de año. A final de este año su familia ha comenzado a espulgar las cosas del difunto y sacar lo que basurable. Entre todas aquellas cosas su BI-BLIO-TE-CA. Muchos muchos libros, inglés, alemán, franchute, españolische, de todo; los ha traido a la Casa del muerto y nos ha dejado atascarnos de polvo libril y de libros gratis. Días felices.