Vamos a Hidalgo, a cercanías de Pachuca para reposar y mirar otros horizontes.
El primer día, de compras necesarias y placeres aún más necesarios.
El segundo día, de esperar a una invitada más y salir a Real del Monte.
El cementerio inglés.
La compra de la plata. El regreso nocturno y la cena pulposa.
El tercer día, de ir a Huasca,
a los prismas basáltico,
de asustarse ante las familias enteras con sus hijos, abuelas, tías segundas y terceras. La caminata ardua.
El regreso nocturno y la cena carnosa.
El cuarto día del regreso. De limpiar la casa, de la barbacoa,
de ir al centro a esperar el oportuno ride hacia la Cd. de México.