Evitame Porfavor en el Viaje.

Donde lo predecible puede fallar y yo, espantada, escapar no puedo.

8.30.2010

La Uni de Vermont.


En la Uni tomaré clase de Deutsch y de literatura de la frontera, nomás a ver que pasa, a ver qué se me pega. Entro al edificio con la profesoressa, veo los cursos a tomar, apunto dónde y cuándo, están en el mismo edificio.
Con nervios entro al deutsch, qué tal si van muy avanzado, no parece; si se me hace poco, porque hablé ya con la Lehrerin, buscaré otro curso. Todo bien, los compañeros normales y veraniegos.
Calor. Bochorno. Justo ahora mi cuarto está lleno de vapor por la alberca del vecino.
No quiero llenarme de clases, recuerdo el comentario de mi Gato de querer hacer todo y no poder cumplir con el objetivo otro, así que a lo sumo, tomaré tres, que de todos modos, me obligarán a ir a la Uni de lunes a viernes.


De regreso con la profesoressa pasamos a comprar alimento para su perro infernal, bastante bipolar y maleducado (no tanto, pero no me gustan los perro que intentan morder la mano que los alimenta) y yo, en mi felicidad, veo muestra gratis ¡gratis! de pan, que me hace después caer y comprar un muy bonito pan verdadero a $1.99.



Y mientras avena hago, leo a Adorno, poquito en realidad, quiero empezar otro libro, que si empiezo con éste, jamás acabaré.


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