Evitame Porfavor en el Viaje.

Donde lo predecible puede fallar y yo, espantada, escapar no puedo.

8.24.2010

Cocinar, leer, estructurar, pensar


A saber lo que al final saldrá. Entre más leo, más pierdo mi objetivo. Por eso cierro el libro con desdén, pero luego me da pena y sigo leyendo. A mitad de lectura, hago un esqueleto; no parece bueno ni malo, sino regular. ¡Pero este tema sí me gusta! ¿Por qué salió esta exclamación? De pronto recordé el rechazo a mi tema por parte de dos íntimos –no ya menos que el otro– amigos míos, cómo sentí vergüenza por mi tema y dudé en seguir adelante; además también recordé, en ese momento, el cómo llegó eso del kitsch a mi vida personal, historia que no tiene cabida en esta entrada.
Mi esqueleto es como un semi-índice. Tal vez así he de abordar ese tema y el otro tema.



Comida hice, enfrijoladas, aunque estos frijoles no tenían mucho sabor y les puse todos los condimentos posibles. Gusto de cocinar, es terapéutico, me pone contenta. Cocino con música; esta vez fueron Los Planetas de Holst y el disquito de 2 Raumwohnung que tengo en Turutututú (mi ipod).


El patio está lleno de bichos, dirán ustedes que en el gabachow se usan un montón de pesticidas en el jardín. No sé si sea eso verdad, pero, por lo menos en este jardín, no hay pesticidas y sí un montón de animalillos. ¿Qué creen que llegó para ser fotografiado?


¿¡Un sapo!?

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