Evitame Porfavor en el Viaje.

Donde lo predecible puede fallar y yo, espantada, escapar no puedo.

12.25.2010

New home


Para las personas que sí merecen tener nombre.

Abro los ojos, el tapiz de florecitas y la grieta en el techo no me molestan; por la ventana entra la luz de la mañana; afuera escucho a Deborah corriendo como loquita. Salgo. Me dice que su vuelo es pronto y que corre y que llamará a un taxi.
Vuelvo a la cama; aún se conserva el calor de mi cuerpo dentro de las cobijas y un tanto (en mi imaginación) el que generó la cobija eléctrica durante la noche.
Escucho los pasos veloces, la llamada al taxi. Me levanto de nuevo. Deborah ya parte, le deseo feliz viaje.
Me he quedado sola en casa–nuevamente, ¿qué pasa que me dejan al cuidado de sus hogares y mascotas?—. La casa me gusta,



tiene plantas,


una gata Josefine,

techos altos,



un piano y

buena luz.



1 comentario:

Von Lecter dijo...

Really like it!!!