Evitame Porfavor en el Viaje.

Donde lo predecible puede fallar y yo, espantada, escapar no puedo.

12.28.2010

Day in englisch


Despierto. Pienso que es más temprano, pero no. Prendo a Robota. David me ha contestado mi mail. Me dice que si nos vemos para la comida. Le respondo que sí y que pasaré por su casa.
Me visto y salgo. El día es frío, pero no tanto, pues hay sol. Recuerdo que Gisela me pidió comprarle una cobija eléctrica; voy rumbo al Macy's, esperando que aún estén en descuento. Las veo, no están tan baratas, pero tampoco tan caras; tomo la última matrimonial que queda y pago.
Llego a casa de David, le entrego el paquete. Tomamos café, luego comemos lentejas. Platicamos de su familia, de chicos, de México, de Baltimore.
Me lleva a la tienda de muebles usados, un lugar de fantasía y cosas de todo tipo y calidades. Veo dos órganos, uno de $50 us y otro de $60 us. Sillas, mesas, escritorios, LPs, sillones, cosas para el hogar, camas, colchones.
Me siento en todas las sillas y escojo la más cómoda y amplia para mi labor existencial continuar.
No encuentro un escritorio que me convenza. Pago mi silla. En total me cuesta: $1.70 us.
David dice que es ugly. Yo no lo creo.


Salimos. Traemos la silla al nuevo hogar. David queda tan encantado como yo del lugar y dice que así quiere uno para sí. Regresamos a su casa y tomamos té con galletas.
Entre plática y plática llega más hambre y vamos a comer sushi a un lugar no muy nice, pero lindo. Vamos al City Market y luego a la farmacia grandota (cuyo nombre no recuerdo). Regresamos a su casa. David abre una botella de vino y seguimos platicando: hombres guapos, lenguaje, dialectos. Llega más la noche y decido irme. Tomo mis bolsas de compras y llego a casa, que está a tres cuadras de la suya.
Prendo a Robota, saludo, me ducho y estoy aquí.

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